Los resultados pueden durar varios años, pero la gravedad y el envejecimiento natural pueden hacer que las mamas vuelvan a caer con el tiempo. Los implantes mamarios pueden necesitar ser reemplazados cada 10 a 15 años.
Las incisiones se realizan alrededor de la areola y, en algunos casos, una incisión vertical debajo de la mama, por lo que las cicatrices son visibles pero se localizan en áreas discretas.
Generalmente, se recomienda después de que se complete el desarrollo mamario, alrededor de los 18 a 20 años, o después del embarazo y la lactancia.
Esta cirugía ya combina dos procedimientos (Mastopexia y Aumento de Mamas), pero en algunos casos se puede combinar con la Liposucción para lograr un resultado más completo.
Como cualquier cirugía mayor, conlleva riesgos como hemorragias, infecciones, cicatrices visibles, problemas con la cicatrización de las heridas, asimetrías, pérdida de la sensibilidad en los pezones y, en casos raros, contractura capsular (endurecimiento alrededor del implante) o ruptura del implante.