Los resultados de una Mentoplastia son permanentes, a menos que ocurran cambios adicionales debido al envejecimiento natural o lesiones.
Las incisiones se realizan dentro de la boca o debajo del mentón, por lo que las cicatrices son casi imperceptibles.
Generalmente, se recomienda después de que se complete el crecimiento facial, alrededor de los 16-18 años.
Sí, la Mentoplastia se puede combinar con otros procedimientos como la Rinoplastia, el Lifting Facial o la Liposucción para lograr un resultado más completo.
Como cualquier cirugía mayor, la Mentoplastia conlleva riesgos como hemorragias, infecciones, cicatrices visibles, problemas con la cicatrización de las heridas, asimetrías y, en casos raros, lesiones en los nervios faciales o problemas con la mordida.