El cirujano determinará la cantidad de tejido a remover según las necesidades y proporciones de la paciente, pero generalmente se puede reducir el tamaño de las mamas en varias tallas.
Las incisiones se realizan alrededor de la areola y, en algunos casos, una incisión vertical debajo de la mama, por lo que las cicatrices son visibles pero se localizan en áreas discretas.
La Reducción Mamaria puede afectar la capacidad de amamantar, ya que se remueven los conductos mamarios. Sin embargo, algunas pacientes pueden ser capaces de amamantar después de la cirugía.
La Reducción Mamaria se puede combinar con otros procedimientos como la Mastopexia (Elevación de Mamas) o la Liposucción para lograr un resultado más completo.
Como cualquier cirugía mayor, conlleva riesgos como hemorragias, infecciones, cicatrices visibles, problemas con la cicatrización de las heridas, asimetrías, pérdida de la sensibilidad en los pezones y, en casos raros, necrosis del tejido mamario.