Los resultados de una Rinoplastia son permanentes, a menos que ocurran cambios adicionales debido al envejecimiento natural o lesiones.
Las incisiones se realizan dentro de la nariz o en la tira del tabique nasal, por lo que las cicatrices son casi imperceptibles.
Generalmente, se recomienda después de que se complete el crecimiento facial, alrededor de los 15-16 años en niñas y 17-18 años en niños.
Sí, la Rinoplastia se puede combinar con otros procedimientos como el Lifting Facial, la Blefaroplastia o la Mentoplastia (cirugía de mentón) para lograr un resultado más completo.
Como cualquier cirugía mayor, la Rinoplastia conlleva riesgos como hemorragias, infecciones, cicatrices visibles, problemas con la cicatrización de las heridas y, en casos raros, problemas respiratorios o falta de simetría